Nada permanece, todo cambia en un segundo. Los que esperas que se queden, se marchan entre las sombras de la noche. Hace una semana acogimos a Layla, una gatita que nos siguio todo el camino a casa, como si supiera que aqui iba a encontrar su hogar, y una noche, en la oscuridad desaparecio...Es extragno pensar que un ser al que le das tantisimo amor puede irse de tu lado, es injusto el dar todo lo que tu eres y tienes y luego ser abandonada. Supongo que es ley de vida, aunque he de reconocer que todavia no me acostumbro a decir adios, y eso que he ganado mucha practica en estos dos agnos. Nunca usamos la palabra adios sin implicar o adornarla con algo mas, es como si la palabra adios nos colocora en las puertas del abismo y la soledad. A pesar de que nunca volvamos a ver una persona sigue siendo duro el decir esta palabreja a secas, siempre va acompagnada de buenos deseos aunque solo hayas visto a esa persona una vez, o dos, o tres. No voy a decir que esa persona nos ha aportado algo por poco que la hayamos visto, porque hay veces que no es asi, hay personas que no nos aportan nada ni nos hacen cambiar nuestra forma de ser ni son importantes para nosotros, hoy estoy en contra de las frases hechas, no las hay, cada uno construimos las nuestras propias con nuestros actos y decisiones.
Ya estoy mezclando demasiadas cosas, para quien me conozca sabe que es muy facil para mi saltar de un tema a otro, o comenzar la conversacion en mi cabeza y despues de cinco minutos seguirla en voz alta, bueno, es lo que hay...
A lo que iba, el ser humano odia por naturaleza la palabra "adios", sinceramente no se porque fue creada, no conozco a nadie que jamas la haya utilizado, si tuviera que existir seria con alguna coletilla como "cuidate mucho", "te deseo todo lo mejor",etc,etc. Por esa razon, hoy os pido a los que leais esto que reivindiquemos nuestro derecho a borrar esta palabra de nuestro vocabulario, quizas poco a poco, consigamos borrarla del diccionario tambien (sigo viviendo en mi utopia), ya que el lenguaje esta vivo, y al estar vivo puede desaparecer una palabra entre las sombras de la noche, como Layla hizo.